El casco antiguo de Badajoz, situado en el corazón de la ciudad, es una zona con un rico legado histórico y cultural que refleja la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos. 

Este núcleo urbano conserva la huella de diversas civilizaciones, especialmente la musulmana, la cristiana y la judía, que dejaron su impronta en su arquitectura, trazado urbano y patrimonio monumental. 

Uno de los elementos más emblemáticos es la Alcazaba de Badajoz, una fortaleza musulmana del siglo IX, considerada una de las más grandes de Europa. Desde sus murallas se obtiene una vista privilegiada de la ciudad y del río Guadiana. En su interior se encuentran construcciones notables como la Torre de Espantaperros y el Palacio de los Duques de Feria. 

El casco antiguo también acoge la Catedral de San Juan Bautista, un edificio de estilo gótico con añadidos renacentistas y barrocos, que sorprende por su aspecto casi fortificado. Sitios como la Plaza Alta, con sus coloridos soportales y edificios con azulejos mudéjares, constituyen el alma social y cultural del barrio. Pasear por esta zona es como recorrer un museo al aire libre: calles empedradas, plazas con encanto, restos de murallas y edificios históricos como la Puerta de Palmas, el Hospital de San Sebastián o antiguas casas señoriales. 

Además, en el casco antiguo se concentran numerosos bares, restaurantes y espacios culturales, lo que lo convierte en un punto de encuentro tanto para turistas como para los propios pacenses. 

Es una zona viva, donde lo antiguo y lo moderno conviven en equilibrio.

Badajoz

Alcazaba

Villanueva del Fresno

Plaza

Villanueva del Fresno, situada al suroeste de la provincia de Badajoz, muy cerca de la frontera con Portugal, es un destino turístico que combina patrimonio histórico, naturaleza y gastronomía de forma única. 

Su casco urbano, reconstruido tras su destrucción en el siglo XVII, destaca por la Plaza de España con casas blancas de estilo neoclásico y la iglesia parroquial, además de las ruinas del castillo templario que vigilan el entorno desde un cerro. 

La naturaleza que rodea el municipio, con amplias dehesas incluidas en la Red Natura 2000, ofrece paisajes espectaculares para la práctica de senderismo, rutas en bicicleta, avistamiento de aves y deportes acuáticos en el embalse de Alqueva. 

Es especialmente famosa por el gurumelo, una seta muy apreciada que protagoniza una feria anual de gran interés turístico, junto a platos típicos de la comarca como la caldereta, el jamón ibérico o las migas. 

Además, conserva tradiciones vivas como el Carnaval, la romería de San Ginés o la Fiesta de la Gamona en Navidad, que muestran su carácter festivo y hospitalario. 

Villanueva del Fresno, en definitiva, ofrece al visitante una experiencia auténtica de turismo rural, cultural y de naturaleza en el corazón de Extremadura.

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